viernes, 17 de abril de 2009

Vivir



La vida es una oportunidad única y que hay que vivirla.
Que se sepa, el cartero de la vida nunca llama dos veces.

El único pecado imperdonable es no vivir, entregarse a una muerte anticipada mientras la sangre corre todavía por nuestras venas. Porque vivir no es solo estar en la vida. Vivir es participar en la fiesta, actuar, ser protagonista, elegir un papel e interpretarlo con autenticidad y con convencimiento. Vivir es ser y conocer, saber por propia experiencia qué es el amor, a qué saben los besos, qué se siente cuando se llega al éxtasis, a la cumbre del placer, qué se pierde cuando un amor se olvida.
Vivir es saber por propia experiencia qué es la pasión y qué se siente cuando nos atrapa. Qué se siente cuando un amigo nos pone la mano en el hombro, cuando llega el momento de una despedida. Cuando tropezamos y tenemos que levantarnos y volver a la lucha.

Vivir es estar vivo y parecerlo, saltar cada mañana de la cama como si todo fuera nuevo, como si fuera el primer día. Aprovechar cada momento como si fuera el último, porque el instante que se va, no vuelve.

No dejes que nadie te niegue tu derecho a vivir.
Mientras el cuerpo aguante, exprime la vida.

Jesús Quintero

miércoles, 15 de abril de 2009

Vivir Despeinada


Todos deberíamos atender esta frase con intensidad, sin poses, disfrutando cada momento, cada experiencia, cada afecto. Sin lugar a dudas, seríamos mucho más felices.

Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad… El mundo está loco. Definitivamente loco… Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…

- Hacer el amor, despeina.
- Reírte a carcajadas, despeina.
- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
- Quitarte la ropa, despeina.
- Besar a la persona que amas, despeina.
- Jugar, despeina.
- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
- Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible…

Así que como siempre cada vez que nos veamos yo voy a estar con el cabello despeinado…

Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por el momento más feliz de mi vida. Es ley de vida: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no subirse.

Puede ser que me sienta tentado a ser una mujer impecable, peinada y planchadita por dentro y por fuera. El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia: Péinate, ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza, come sano, camina derechita, ponte seria…

Y quizá debería seguir las instrucciones pero ¿cuando me van a dar la orden de ser feliz? Acaso no se dan cuenta que para lucir linda, me debo de sentir linda… ¡La persona más linda que puedo ser!

Lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo, vea a la mujer que debo ser. Por eso mi recomendación a todas las mujeres y porq no hombres

Entrégate, Come rico, Besa, Abraza, Haz el amor, Baila, Enamórate, Relájate, Viaja, Salta, Acuéstate tarde, Levántate temprano, Corre, Vuela, Canta, Ponte linda, Ponte cómoda, Admira el paisaje, Disfruta,

y sobre todo, deja que la vida te despeine!!!

Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.

SUERTE Y QUE DISFRUTES...

Receta para apagar 100 velitas

¿Quién no soñó alguna vez con tener una vida larga y saludable?

Cuando el Dr. Steven Smith celebró su cumpleaños número 100, le preguntaron la fórmula para llegar a tal edad en tan óptimas condiciones. Él respondió: “Cuide su estómago durante los primeros cincuenta años, que él cuidará de usted durante los cincuenta siguientes”.
Aquí van una serie de consejitos adicionales:

Cuide la circulación de su sangre, ya que este sistema es el que transporta el oxígeno y los nutrientes a todas las células de su cuerpo. Para ello debemos aprender a respirar correctamente, ya que mediante la respiración oxigenamos el organismo y estimulamos los procesos eléctricos de todas y cada una de las células.

Para respirar correctamente debemos inspirar a la cuenta de uno, retener durante la cuenta de cuatro, espirar durante la cuenta de dos. Al respirar hay que empezar por la parte baja, en el abdómen, como una aspiradora que extrae todas las toxinas de la circulación.

Otra regla a tener en cuenta es consumir alimentos abundantes en agua, elemento que constituye el 80 % de nuestro cuerpo. Hay tres clases de alimentos ricos en agua: las frutas, las verduras y las legumbres. El agua permite diluir los desechos y toxinas, para poder ser fácilmente eliminados.

Este consejo tal vez no le resulte demasiado simpático: coma menos y vivirá más.
Lamento informarle que todas las investigaciones médicas demuestran lo mismo. El Dr. Edward Masaro de la Universidad de Texas, realizó un experimento, en el que utilizó tres grupos de ratones. A los primeros les dejaron comer tanto como quisieran. Al segundo grupo, se le redujo la ración en un 60 %. El tercer grupo comió sin restricciones, pero reduciéndose a la mitad la proporción de proteínas.
Después de 810 días, sólo quedaban con vida 13 ratones del primer grupo, el 97 % del segundo grupo (casi todos estaban saludables), y del tercer grupo sobrevivió el 50 %.

Sin embargo, si desea comer grandes cantidades de alimentos, puede hacerlo, pero que sean alimentos ricos en agua.

El alimento perfecto es la fruta. Consume menos energía durante la digestión y beneficia notablemente al organismo. El único nutriente que se consume en el funcionamiento del cerebro es la glucosa. La fruta contiene principalmente fructuosa (que se convierte fácilmente en glucosa) y un 90 a 95 % de agua, lo cual significa que limpia y alimenta al mismo tiempo.

La fruta siempre debe comerse en ayunas porque no se digiere primeriamente en el estómago, sino en el intestino delgado.
La mejor futa es la fresca, o el jugo recién exprimido.

Siga estos consejos, sonría y disfrute de los pequeños regalos que le ofrece la vida a cada instante: el amanecer, las flores, la compañía de los niños o de los animales, haga ejercicios, camine y comience a pensar qué regalo pedirá cuando le festejen sus 100 años de gozosa existencia.